Tenemos tantísimas cosas en las que pensar para que todo salga perfecto en tu boda... ¿¿¿Y tú me vienes con que tienes que perder 5 kilos??? ¿Me estás hablando en serio?
En primer lugar (y la razón más importante), no deberías perder cinco kilos simplemente porque estás estupenda. Porque todos tus kilos son parte de ti y de tu encanto. Porque a tu boda sólo irán las personas que te quieren, y a esas personas les gustas tal y como eres.
En segundo lugar, porque es absurdo comprarse un vestido... ¿Qué digo un vestido? ¡EL vestido! Seis meses antes de la boda, para luego adelgazar y tener que arreglarlo (Las dos sabemos que jamás te sentará igual que si ya lo hubieses comprado de tu talla...)
En tercer lugar, porque tenemos ya que acabar con la mentira de que delgadas estamos más guapas. No me importa si se lo inventaron los diseñadores, las multinacionales textiles, o el panadero de la esquina, el caso es que simplemente no es cierto, y que lo único que sé es que en cuanto llevas dos semanas a régimen se te pone cara de col.
El cuarto motivo, porque una boda no puede salir bien si no la planeas con tu mejor amiga, caña y pincho de tortilla mediante. Tú quieres un fiestorro, y eso hija mia, no se organiza delante de un vaso de agua del tiempo.
Y por último, porque lo más bonito de una novia es la sonrisa... y no nos engañemos ¿Quién puede estar de buen humor si lleva dos meses a régimen?
Así que ya puedes ir quitándote eso de la cabeza y empezando a pensar en hacer un poco de vida sana (Que eso si que pone la piel bonita) en beber mucha agua, dormir las 8 horas que sabes que deberías dormir y nunca duermes, salir de vez en cuando a dar un paseíto, y hacer el firme propósito de no irte jamás sin desmaquillarte en condiciones. Con eso, nena... ¡Vas sobrada!
Me parece genial lo que dices! ;) Jana (IRISH SUMMER)
ResponderEliminarMuchas gracias Jana! :)
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